Belén Prieto
EditoraVeinte años después del estreno de 'Orgullo y prejuicio', Keira Knightley ha aprovechado para recordar lo que supuso esta película en su carrera. Porque aunque ya era una actriz conocida por protagonizar largometrajes como la saga 'Piratas del Caribe' o 'Quiero ser como Beckham', no fue hasta el 2005 y su interpretación de Elizabeth Bennet que no sintió que algo cambiaba de verdad.
De hecho, según cuenta ella misma en una entrevista con Vanity Fair (donde también participa Rosamund Pike), fue esta versión del clásico de Jane Austen que dirigió Joe Wright la que redefinió por completo su imagen dentro de la industria y ante el público.
Knightley habló con franqueza sobre la confusión que sintió en esa etapa, recordando las críticas demoledoras, el éxito internacional y su primera nominación al Oscar. Porque ocurrió todo eso a la vez.
Piratas y clásicos literarios
La actriz comentó la percepción que tenía el público sobre su trabajo antes de 'Orgullo y prejuicio', confesando que, aunque 'Piratas del Caribe' fue un éxito en taquilla, sentía que no se la tomaba del todo en serio:
"Fue muy importante para mi carrera. Si alguien se me acerca, suele ser por esa película. 'Piratas del Caribe' ya se había estrenado, pero creo que el público me veía como una pésima actriz. Aun así, 'Piratas del Caribe' fue un éxito enorme. Pero creo que esta [Orgullo y prejuicio] fue la primera que funcionó fenomenal y tuvo buena acogida de la crítica."
Esa combinación de éxito comercial y prestigio fue clave para cambiar el rumbo de su trayectoria y abrirle las puertas a papeles más complejos. Así lo recuerda la propia actriz, que hizo memoria sobre lo contradictorio que fue vivir ese momento con solo 21 años.
"Recuerdo que salieron más o menos al mismo tiempo. Recibí las peores críticas de mi vida por 'Piratas del Caribe 2', y al mismo tiempo me nominaron al Oscar. En mi cabeza de 21 años, fue una experiencia bastante desconcertante."
Knightley ya había descrito anteriormente aquel año como "el que marcó el éxito y el fracaso" de su carrera. Lo definió como un momento agridulce que la impulsó profesionalmente, pero también como algo que la dejó emocionalmente expuesta:
"Es curioso cuando algo te lanza al estrellato y al mismo tiempo te destroza. Me consideraban terrible por esas películas, pero también gracias a ellas pude acceder a proyectos que me llevaron a una nominación al Oscar."
La juventud no se olvida
En la misma entrevista, Keira Knightley también recordó sus comienzos como actriz en películas como 'Quiero ser como Beckham', que se estrenó cuando ella tenía solo 17 años. El largometraje fue un fenómeno global, pero la actriz asegura que las críticas negativas le marcaron especialmente:
"Recibí críticas terribles, o al menos esas son las que recuerdo. Cuando tienes 17 años, esas cosas se te quedan grabadas. Solo te quedas con lo negativo. Por eso creo que 'Orgullo y prejuicio' fue la primera vez que recibí una respuesta inequívocamente positiva."
Sin embargo, también reconoce que con el tiempo ha aprendido a relativizar los comentarios, sin olvidar lo duro que fue enfrentarse a ellos siendo tan joven:
"Todas esas dudas suenan muy fuerte cuando eres adolescente o cuando tienes veinte años. Pero en una mente adulta con más experiencia, puedes decir: ¿Sabes qué? No pasa nada. Puede que hoy no sea mi día, pero mañana podría ser mejor, y vamos a intentarlo lo mejor posible."
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